En el lugar donde viven los dioses, la Diosa Xuña está peligrando de ser expulsada. La ley es inquebrantable incluso para las divinidades, cuando has perdido tus fieles y todos te han olvidado dejas de pertenecer a esas alturas celestiales y se termina —por ejemplo— tu inmortalidad. Pero todavía le queda un devoto: Ñeke.
Ñeke, quien quiere proteger a los volcanes de las influencias de espíritus malignos y convertirse en su guardián, va a conocer en esta, su primera aventura, a Pulula y Sebas.
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